26.11.12

1, 2

La pareja se sienta mientras se anida el rencor de no poder hacer lo que se les viene en gana. La consideración del uno para el otro y el otro para el uno confabula lo que mi abuelo llamaría "le petit assassinat" - la gente se asfixia mutuamente hasta que la náusea existencial alcanza a uno, y la facultad de ser tolerante se muere. Obviamente, no es que se trate de sentarse y no hacer nada por respirar. Sin embargo, como la gran mayoría de las veces, la gente no tenemos ni la más puta idea de lo que está pasando. El hombre cree tener el control a pesar de depender de la cerveza para tomar resolución alguna, y la mujer cree ser imprescindible, aún cuando algunas veces no sabe quién es. La valentía y el orgullo se acaban yendo por la coladera cuando están fundados en el miedo a mirar por la ventana. Esto es, si se va a sacar la cabeza del tren, no debe de haber contemplación alguna por el poste telefónico que tal vez le cercene la cabeza a uno. Vaya, tal poste ignora que vamos allí en el tren, de A a B, de B a A, y algunas veces a C, y dudo tenga la más mínima intención de mutilar a alguien, arruinándole de paso el día. Aun así, preferimos mirar el panorama sin sentir el viento en el rostro. Uno, después de levantarse el domingo por la mañana, evita abrir la puerta lo menos posible, y evitar así el camino que inequívocamente se desenrolla a sus pies. El camino se queda ahí, no existe para nada más, a lo mucho suspira que será hora de salir, mas uno se ensimisma y hace lo que sea con tal de no poner un pie fuera. Es el cansancio, la inseguridad, la falta de dinero, o alguna otra cosa, se dicen unos a los otros cada día último de semana. Es el amor, la obligación de la pertenencia, el compromiso, el deseo de buscar asentarse, o alguna otra cosa, se dicen el uno al otro cada atardecer, mientras el rencor hace un nido a base de suspiros y miradas furtivas.

22.11.12

De un hombre obstinado en conquistar a la mujer de cuarenta y siete años

Los rizos no caen sobre los hombros así como la lluvia no cae hoy sobre la gran ciudad. Las nubes se rizan al desdoblarse, mientras él corre a su refugio todas las mañanas, paga unas monedas y se refugia de ella y los demás, para después regresar a tomarla de la mano. Él es obstinado, tan terco que la vigila en el más profundo de sus sueños - ¿De dónde viene aquella nube? ¿Quién es esa extraña que te ha sonreído? ¿Por qué abrazas con tal aprecio a tal o a cual? ¿Piensas en mí mientras duermes? ¿Piensas en mí mientras duermo? El hombre no sabe que ella lo engaña todas las noches con su cama, auténtico refugio contra lo rasposo de la vida suya, tan suya como la mente en la cual su imaginario amor habita. Ella no lo ama, sólo lo utiliza para evitar la congoja de pensar en que hacer respecto a no se qué y a no se cuál. Él no la ama tampoco ya que sólo la utiliza para sentir que algo más allá de su mente es suyo y de nadie más. Sin embargo, se ven todos los días después del trabajo al ritmo un café los lunes, el cine de los martes, cada miércoles a bailar salsa, los jueves por un par de cervezas, y fornicar los viernes. Ella le dice que lo ama y él responde, yo también, a través de la misma sonrisa con la cual recibía el arroz con leche que su madre preparaba en las tardes de invierno. Se besan cada mañana de sábado antes de partir a casa, a veces de forma hosca debido al sentimiento de culpa, a veces de forma tersa si es que durmieron a pierna suelta. No se ven hasta el lunes siguiente, extrañándose sin extrañarse, y abrazándose de forma deshonesta. Se preguntan que tal les fue el fin de semana; ella responde que tal o cual amigo fue de visita, que bebieron un poco de te y miraron algo en la tv, y él arde moviéndole al café con tal furia que la ridícula cantidad de azúcar que le ha agregado se esfuma; él le dice que paso todo el sábado viendo el fútbol, tomando demasiadas cervezas, insultando y zapeando a tal o cual, y el domingo tratando de olvidar la voz de la resaca, y ella mueve la cabeza de un lado a otro, ríe, y dice, típico de alguien de tu edad. Él se molesta, desea correr a los brazos de su madre, contarle y maldecirla, llamarle, vieja imbécil, que sabe ella de pasarla bien. Mas la toma de la mano, le susurra, nunca te voy a dejar, y así pide un par de descafeinados porque esta tarde hace demasiado frío.

13.11.12

ante-meridiem

Henri de Tolouse-Lautrec dijo, I paint things as they are. Y así intentaré retratar lo convexamente incongruente del viaje al pasado de Edmund Pabst. Podría ahondar en la típica paradoja de haber embarazado a una pariente lejana, propiciando gradualmente su nacimiento. Sin embargo, ello no es tan interesante como la llana manera en que todo sucedió. Edmund se encontraba en el parque a dos cuadras de su casa cuando encontró a un borracho sentado en la banca más cercana al pequeño estanque, tan pequeño que solo un par de ánades con cinco de sus polluelos podían habitar allí. El borracho le miró fijamente desde que le vio; se levantó de su banca, sobre la cual había estado dormitando por algunas horas, y le siguió. Edmund comenzó a andar deprisa, mas se paró de pronto al escuchar al hombre llamándole por su nombre. "Sabes, Edmund, lo que te sucederá en un par de días no lo entenderás jamás; y no te sientas mal por ello, sabes que los humanos conocemos tanto de la real naturaleza del tiempo como una mosca de la composición química del azúcar. Tal vez solo ante el umbral de la muerte, cuando el punto de luz se haga más y más grande podrás entender que ocurrió. Y a pesar de no entenderlo, supongo debes de al menos disfrutarlo". El borracho sonrió al terminar su monólogo, y se largó andando hacia la panadería donde siempre le regalaban un bizcocho recién horneado. Edmund Pabst se preguntaba cómo era que alguien con quien nunca había hablado le conociera por su nombre. "Será acaso que me conoce por mi amistad con Luka", se dijo a sí mismo mientras reemprendía su paso al diner a contraesquina del parque. Como cualquier hombre a los veinticinco años de edad, él no le dió importancia alguna al suceso, y solo lo comentó a su amigo el doctor como mera anécdota mientras les servían café. De cualquier manera, no hay razón para pensar que habría podido entender algo si hubiese cavilado en ello. Dos días después, el trece de octubre de mil novecientos y pico, Edmund entró al parque a leer el periódico del día anterior - como era su costumbre. No notó los tonos de azul de las bancas, ni reparó en ver que los columpios y subeybajas no estaban, simplemente se sentó y comenzó a leer. Fué hasta que no sintió la punta de la lanza de la sombra de la estatua del guerrero en medio de la fuente rascándole la sién que supo que algo era distinto. Miró a su alrededor, bajando el periódico despacito, y observó a un niño que se le acercaba, el cual se sentó a su lado en cuanto llegó a la banca. "¿Me podría regalar una hoja de su libreta, señor?" Edmund le extendió la libreta que llevaba bajo el brazo cada vez que iba allí, y exclamó, "Toma las que necesites". "¿Qué escribe?" "Oh, ideas que me llenan la cabeza cada vez que veo a la gente pasar. Tengo el sueño de ser escritor, ¿sabes?" "Me gustan las historias, mi padre me lee algo todas las noches antes de dormir. ¿Tendrá algo que me pueda regalar?" Arrancó las cinco primeras hojas, y dijo, "Esta la he transcrito a máquina, así que te puedo regalar el original. Está a mano, espero tu padre entienda mi letra." "¿Podría poner su nombre y su firma? Así puedo pretender que me lo ha dado un autor famoso." El niño tomó las hojas, sonrió al ver el autógrafo, y corrió después de darle las gracias. Edmund se quedó en el solitario parque hasta pasadas las doce, cuando decidió era hora de un pequeño refrigerio. Al salir no cayó en ver como las bancas eran ahora del rojo que él muy bien conocía ya que llevaba tres años asistiendo a tal lugar. Camino al diner de siempre, y pidió un café negro y un sandwich de champiñones con gouda.

Años después, cuando Edmund Pabst contaba con treinta y nueve años, tres libros publicados, un guión filmado, y uno en tratamiento para serlo, visitaba el parque en el leyó tantas veces. Lucila, su novia de veinticinco años, le acompañaba. Después de haberse alejado por algunos minutos mientras él leía el periódico que compró esa mañana, ella se le acercó y le susurró, "Ese hombre de allá, el que tiene de la mano al niño con el globo azul , dice conocerte, y tener algo que le obsequiaste cuando era pequeño. No tiene pinta de menos de sesenta años. ¿Lo puedes creer?"

ingratitud

Mi ex terminó conmigo porque hice un comentario nada amable acerca de un par de zapatos me recomendó comprar. Es cierto. El problema no es que lo haya hecho, sino que yo soy tan capaz como ella de ese tipo de acción. Siempre he dicho que nunca saldría con una mujer que se atreviese a vestir botas blancas. No es un simple capricho, o algo inusual para atraer atención; es que simple y sencillamente no lo tolero. La simple ingratitud, y el desdeñoso sonido con el que recibí su sugerencia fueron suficientes para que me botara por la borda. Oh, no es la primera vez que sucede, ni será la última. Recuerdo aquella vez que comenté que era estupido comer sushi con tenedor, a lo cual la ex número 5 respondió con un "Dios mío" (escribo Dios con mayúscula ya que me refiero al Dios judeocristiano, y ése se escribe así, me instruyó mi abuela). "No todos son tan hábiles con los dedos como tú, papanatas", exclamó.  Digo, criticaba el usar tenedor, no el no poder usar los palillos. Nunca la volví a ver. Odio ser la víctima, así que espero este texto se tome como sea, menos como una queja; es llanamente una recolección de hechos y eventos. Ahora, siempre he dudado qué es más superficial, si serlo, o decidir quién lo es. Al fin y al cabo, las malditas manías que tengo, como no poder cerrar el pico, y no poder decir algo amable sin ladrar después algo medianamente infame, son hasta cierto punto irrelevantes ya que en realidad no creo puedan brindar infelicidad a las personas, aunque bien podrían ser el catalizador de cierto desdén. Vaya, aunque molesto, ¿qué tiene verdaderamente de importante un comentario, acertado por cierto, acerca de lo seco que le queda el pavo navideño a mi abuela? Claro, yo también tomo nimiedades como si fuesen el fin del mundo. Si alguien no me invita a tal o cual evento con días de antelación, no importando que no tenga absolutamente nada que hacer ese día, no voy. No me quedo sentado, cruzado de brazos y haciendo rabieta, pero vocifero acerca de la poca consideración que hay para uno. De todas formas, nunca me he comportado de esta forma con chica alguna con la que haya salido; no hasta el final. Hace siete años salía con alguien que osó decir que la música clásica era, en el mejor de los casos, un bodrio que se podía agradecer existiese porque la sumía en un profundo sueño. "¿Cómo se atreve?", exclamé para mis adentros, "Yo que he aguantado tus constantes retrasos causados por tu indecisión acerca de que tono de labial ponerse". Pensé seriamente en dejarla sin importarme lo falaz del asunto. Afortunadamente, ella decidió mandarme al cuerno primero cuando se dió cuenta de que no había cambiado mi estado de relación en cierta red social. Perfecto, podía jimotear con mis conocidos acerca de lo patético de su resolución mientras me callaba la mía. De cualquier manera, no había demasiado futuro en esa relación: un día mientras ella se duchaba, chequé su sección de ropa de invierno para encontrarme con abominaciones demasiado amarillas. ¿Qué la ropa no importa? Ya te quiero ver con una playera rosa la próxima vez que vayas a un funeral.

27.10.12

Heist

So, yeah, it seems that garbuncle of a game screwed up his night of sleep. He was damn twitching all night long, and drooled all over the pillow. I don't understand how preplusct it happened so. I mean, it's a bregbastle concoction of moving polygons, for Ford's sake. Ok, he's got a VR55.3 chip in his head, ok, he's got the Handyke IMPC all over his upper limbs, ok, the bitch is a reincarnated Miyamoto, but hella... Igowt punched me once while Crebbla fighting in that runny-ass game of his. A dream, said. Demons don't exist, bubba. I got no spilling blood there, bubba. At the end, bad dreams are as real as a heist in a lepper colony. Gunna, this shouldn't be dealt by, hella. So, come here and hear me tella you a tale, said, on how dreams are any god's spin tales and no more. Dragon wakes in the middle of the night sweating all along, fist clenching hard the hay stack he sleeps, roaring anguish. Can't go sleep no, so takes a stroll outcave. Pale shining moons light up the surroundings, looks all around wishing calm, and effect starts place itself , til body pops in a flower bed. Gets close, tiptoeing asto there's no awake. Handsome man, says, familiar, says, so particular familiar my thought hurts. Sulphur smella rise, not unlike, says. Long twiggy facial hair like which I branded, says. Pale graey skin like which I bathed long ago, says. Thrusty legs, says. Why, it is me, hella, says, body of an elder warrior be young ever. See, bubba, it all be a drangostian illusion, but worry never, for I, mere memento of past times keep you safe shall.

20.10.12

My brother Tom

So my brother Tom came back from outer space, as the songs goes alright, and although he possessed the same characteristic sense of humour which inflamed every single party he has hosted, he was not the same. You see, he had a facehugger attached to his face. It is quite simple: for a reason the android aboard his ship failed to explain, the creature was not able to deliver its egg, ergo has not died to free my brother from its clench. It is still alive, and still provides my brother with the necessary amount of oxygen. Yet, it is incapable of keeping my brother unconscious for it has lost some of its strength, so he needs not be lying down all day. Eitherway, he is sitting most of the time as to he is a Martha-like bureaucrat. Doctor was able to insert an SGD chip in his larynx for him to "speak" since, well, there is an alien proboscis down his throat. Oh, he misses the occassional sip of illegal Coca-Cola, yet he is grateful to be alive. His biggest concern I might add is having intercourse to procreate inasmuch as his wife had expressed her desire to have a little girl before he went on his trek. So, said he, how does one expect me to make the beast with two backs when I have a lemur-tailed crab piece of shit for a smile? Get over it, says I, uglier men have been with nicer women. Besides, why would you worry much when there are a ton techniques you can use to fertilise her? All you want is a hump. My brother is in the process of getting infrared/thermal sensors for him to see. It is a real hard procedure: first, he has got to have his skull serrated so doctors can install such sensors and then link them to the optical nerve. This should not usually be as hard, requiring very aggressive surgery. However, he has got a fucking mollusc on his face. I suggested he name it so he deal with the anguish of pretending to have a normal life better, but he laughed so hard that I was able to hear the puffed sound of it. Needless to say, he is fed via a tube which injects a protein-rich fluid into his bloodstream every 80 minutes. He claims he can taste the meaty texture of the liquid since he has nothing better to picture regarding the trauma of not being able to have food in his mouth. About work, he says he is quite grateful Loremar invented the Handyke IMPC so there is no rubbish he will not do at work. He told me, Lorelyn, the only thing which makes this all-uncomfortable odyssey bearable is that I am able to imagine people's nauseated expressions for they have seen their bad dreams become feasible. Sure, people must get a slap once in a while, I utter.

11.10.12

post-meridiem

Una de las desavenencias de viajar en el tiempo es la peculiar cadena de eventos que son directa consecuencia de tal trote. Digamos que cierto caballero aborda cierto taxi para arrivar a cierto punto, y dada la siempre inconveniente aparición de portales al azar por cualquier posible punto que tal caballero en su taxi podría cruzar, cuando llega a su destino, resulta que tanto la tarifa como el tiempo de recorrido se ven acortados, y el caballero baja sonriendo ante la fortuna de un día que de inicio había sido malo. Obviamente, tanto el caballero como el chofer ignoran lo sucedido. Quizás se argüirá que ha habido fortuna en tal suceso, mas el imprevisible resultado de tal salto escapa la vista de la mayoría de la gente, y la aparición de catástrofe alguna será achacada a lo que sea, menos al viaje en el tiempo. Ejemplo, cierta abuela de cierto hombre cruzó un portal cuando salía del baño, y la llevó exactamente 24 minutos y 8 segundos después en el futuro. La familia del hombre comenzó a burlarse diciendo que tal vez la abuela necesitaba un poco más de fibra en la dieta, y que muy posiblemente era hora de que dejara la Coca-Cola. Ella suspiró antes de hacer un berrinche momumental bajo la premisa de que su reloj marcaba que sólo habían pasado 5 minutos desde que salió. Uno de los nietos dijo que era hora de que tuviera un reloj digno de llamarse así, lo cual enojó aun más a la mujer. El coraje propició un derrame biliar, el cual provocó una devastación del intestino de la abuela, quien finalmente se reunió con su esposo después de tantos años de él haber partido. Sé que dada la teoría de los universos paralelos, en muchos de ellos el hombre del que hablamos goza todavía de una vital abuela, ya que es prácticamente imposible que todas las venerables en todos los universos posibles hayan cruzado un portal saliendo del baño, pero en este no; así que el hombre sintió una enorme pena y abandonó su carrera en astrofísica para vender tamales barbones en Escuinapa, Sinaloa.
El caballero que llegó veinticinco minutos antes al trabajo, no notó que su reloj estaba atrazado tal cantidad respecto a los relojes de sus compañeros de trabajo (a excepción del de Matilo Asdrúbal, quien gracias a la todavía incomprensible ley de Moses que dicta que el universo en el que se está puede inconscientemente conspirar contra cierto individuo, vivía en un eterno vaivén de desordenes temporales, y existía en total "asincronía" con el mundo). Todos sabemos que tiempo es relativo. La madre del caballero que bajó del taxi prefirió ignorar esa proposición, así que hechó el cerrojo al zaguán a las diez de la noche, y el caballero tuvo que dormitar en una banca del parque habiendo olvidado sus llaves.
Ahora, ¿que sucedería si el caballero hubiese cruzado un portal convenxo, llegando veinticinco minutos tarde, pero pagando una tarifa menor?

8.10.12

Acknowledgement

Juan Carlos, Karina y José Alberto
Rubén
Henry García
Yatzil G. Alegría

Roberto Bolaño
Jorge Luis Borges
Douglas Adams

Sergei Rachmaninoff
Duke Ellington
The Rapture
Radiohead, Mogwai et Portishead

Ale & Paola
Regina and Jona
Bere & Omar
Richy and Charlie

Kilgore Trout rex

5.10.12

Sci-fi

Aquel jovén leía a Asimov hasta altas horas de la noche, o hasta que aquel en la cama de al lado le gritaba que era una hora demasiado desagradable para estar leyendo, lo cual para el caso era lo mismo. No podía despegar los ojos de las palabras que creaban orden en el caos que es una hoja de papel en blanco. Rasgaba con sus pupilas líneas y líneas acerca de autómatas y maquinas e imperios que caen y la enciclopedia galáctica y la crítica y hipérbola del ser humano. Mientras el mundo bailaba, él se sentaba tranquilamente a leer, esparciendo sonrisas y frases de sobresalto por aquí y por allá. Y no exagero al decir que estuvo cerca de ser atropellado un par de veces sin caer en ello en lo absoluto. Amaba recorrer las pesadillas de aquel hombre de Petrovichi, mientras el sol corría por sobre la universidad donde estudiaba, creando autómatas por sí mismo, burdas copias del hombre, carentes de sensación y pensamiento, mas libres de la fragilidad de sus símiles. Se sentaba a saborear lo matemático de su pensar mientras el respirar del árbol bajo el que estaba lo llenaba de certeza del tan abigarrado orden del mundo. Después de una tanda de tantas o cuantas hojas, bajaba el libro y pensaba en que no llegaría nunca allá, a aquellos tiempos en que el reflejo del hombre no será el suyo, sino el de algo más, cuando la soledad será tan masificadamente perfecta que nadie reparará en ella, cuando el oxígeno será una molesta necesidad. Y así, alzaba el libro otra vez y se deslizaba a la colectiva paranoia de sentir un insecto subir por la espalda ignorando si sería venenoso. La luna nadó treinta veces por el estanque frente a su dormitorio antes de poder soñar con algo que no fuera el miedo a ser un androide en un desierto, con el óxido trepando nanómetro a nanómetro mientras él temía que lo único que encontraría en aquel oasis que vislumbraba desde hace ya un kilómetro fuese agua; despertaba lleno de sudor, limpiándolo frenéticamente con una cara de terror que su vecino de cama encontraba risible. Aquella noche soñó que era una hormiga verdadera en una colonia de hormigas mecánicas, y que si bien su voluntad estaba supeditada a la de la reina como la de las falsas, y muy probablemente acabaría muriendo antes que cualquiera de ellas, él podía saborear todo aquello que recogían en el parque en el que el hormiguero se encontraba. Jamas leyó a Asimov otra vez.

-a JCM

27.9.12

rant #2

So let's say you gave me something, which at some point would be nothing since I do not believe in you - my denying you implies denying that those people say you have granted me. Either way, I am not aiming at saying we do not exist: this desk is real, so are the keys and the words and the thought they convey, so are these women chatting by me, so is the song in the distance. I cannot simply state that I am sure about what I have mentioned above, yet this stream of words regarding you knitting up my life seems rather dubious. I mean, you are nowhere to be seen, so how can I say I feel your touch? I have got to admit you were able to reach me. However, your apparent lack of interest did it. Oblivion is comeuppance as far as I have been taught. Yeah, you may not notice, and yeah, there may be another kneeling before, but I ask you, do they worship you like me? You are not vengeful, I am. Nevertheless, how can I be so at one who does not exist? So this is no vengeance, but the fact that I talk to myself about the non-factual essence of those whom I love no more. Love, don't get me started on love.

25.9.12

the boring life

so everything is about going from a to b and the other way around, about drinking water and walking enough not to become a blob, about voting and paying this and that and giving things back on time, about walking up to the atm and find an excuse so we dont have go back empty handed since thats what money is for, about feeding your dog and your cat and the ocassional child, about copying and pasting and publishing and fast reading, about using proper grammar, proper punctuation, proper spelling, proper names for things, about not having to use such rules cause life aint about that stuff, about buying clothes instead of videogames, about buying furniture and appliances instead of clothes, about buying something fun instead of clothes and furniture, about drinking when you can and not drinking when you cant, and the like and so on without any further contemplation on what one may want to do instead of sitting down to write whatsoever crosses one's mind to impress the ones you happen to know and the ones you dont since approval is the ultimate goal of religion and atheism and comunism and capitalism and every simple scheme of beliefs man has come up with, either consciously or not to handle the rest like sweat monkeys, monkeys, as if that use for that word were something to be proud of since theres no one who wont use names on other people, for, mind you, all in all we all do is attempt to feel superior to the one next to you
mind you, all I do is use commas to separate words and my days

23.6.12

Aquel viejo y yo

'Es que, estaba pensando en ir de vacaciones, le decía a mi esposa, que tiene gripa y está en cama ahorita porque no le gustan los días fríos, porque hace harto frío hoy, le digo, ándale, hazte un cafecito, no vaya ser que te pongas peor, le digo, vi un crucero que sale por allá por Panamá, de Colón, debíamos de ir, pero pues es que ya le da miedo andar tanto en el avión, yo, nah, ni me preocupo, qué, digo, le sirven a uno su vino y del bueno, eh, no vaya a creer nada más, le traen a uno su vino y su cena y muy sabroso todo, como aquella vez que andaba en Europa, tomamos el tren, creo que de Viena, creo, y eran ocho horas de viaje, y me acuerdo que nos sirvieron la cena, y todo muy rico, ahora verá, la mesa como de aquí a allá, de aquel lado mi vieja, y yo acá, y las dos velitas con la lámpara a media luz, el pasillito para que pasen los meseros, y, ah, todo muy sabroso, y le sirven a uno lo que uno quiera, nada de que ya no hay, porque me acuerdo que le enseñaba el vaso vacío a la moza, y me traía más, unas cubitas bien ricas, y, para mí, es un restaurante de lujo, y pues ya decide uno la propina que quiere, digo, siempre el diez por ciento para quitarse de problemas, pero todo muy bonito porque lo atienden con su idioma, y de todas maneras siempre hay folletos en su idioma de uno, mi esposa me decía, ¿qué vamos hacer porque tú no hablas inglés?, pero pues hay se encuentra como moverse, de repente se batalla con las calles, pero pues ahí uno pregunta, y por eso no me gustan los tours porque luego lo llevan de aquí para allá y ni le enseñan bien, y le decía a mi esposa, pues sí, te llevan al museo y a ver las iglesias, pero pues eso lo hacemos allá, y es que nos llevaron a este museo en Francia y las pinturas están arriba, y arriba muy bonito, aunque no había nada abajo, pero hay que tener paciencia para admirar las pinturas y eso, a uno le dicen, este objeto tiene mil años, y yo, pues ni modo, ¿no?, que le hace uno, también que el fósil es una replica de uno muy viejo, y yo para que lo quiero ver si sí está muy viejo, a mí mejor que me lleven a lo movido, como, hora verá, ese barco que tomé a Malta, fueron ocho horas también, ah qué bueno estaba todo porque me gusto la cabina que nos dieron con un silloncito donde se podía acostar uno rebien, y tenía una telecita, y si se aburría se podía ir a dar la vuelta por ahí, y platicar mientras se escucha a la gente usar cada quien su idioma, me acuerdo que había al lado un joven que hablaba español muy bien, y se toma algo de repente, y bien a gusto, pero hay que tener paciencia porque son ocho horas de barco, digo, yo no me preocupo, me relajo, pero sí, tiene como dos años que no salimos, y es que estaba viendo papeles ahora que llovió tanto el viernes y me encontré ese folleto, o libro, no se, que me dieron cuando fui a México el otro día, voy a ir otra vez porque leí de este crucero en Alaska, que no se de dónde salga porque ha de ser un viaje muy largo, o este otro a las Islas Caymán y por allá, que a lo mejor tomo ese porque a mi no me gusta tanto el frío, pero voy a ver porque vi que aquel que sale de Colón por allá, que hay que estarle pagando propina al capitán y la mucama, y yo quiero un precio que ya tenga todo y uno se olvida de ahí estar pagando porque así, si hace uno las cuentas, le sale casi el doble, pero, bueno, a ver si quiere salir.'
'Yo ya hace mucho tiempo de la última vez que fui al mar.'

10.6.12

tumarum

Oh, the sound

and the sight of colours,
the taste of beer,
my brothers, they are all my one and only brother,
a picture or two of a lovely woman,
the sofa cushion resting askew against the wall,
and the bass notes reverbering across the room,
the bare feet of my sister,
and the thought of an uncoming tomorrow,
the shades,
the hues,
the meaning of the phrase London Calling across a tee,
surf and the longing for the sun,
a fast swipe on the dead,
a long, slow good-bye for the living,
the smell of tobacco and sex,
the dirty honey Caterpillars and the red plaid pyjamas,
a memento of Earl Gray and of not better but different times,
sarcasm and loud voices and whispers to myself and screams from the couch opposite,
and one and two and three blinks, I fall asleep.

30.5.12

Tso Taun Leng

El pasto arrulla al viento. Así inicia el primero y único libro de Tso Taun Leng, quien gracias a una peculiaridad en su niñez se inclinó por el arte de la filosofía. Arte, diría mi padre, es una palabra tan ambigua que todo mundo se aprovecha de tal característica para vilmente tratar de achacársela a cualquier garabato, cualquier corriente ideológica, cualquier hato de sandeces. La filosofía no es arte, por más que aquellos pelmazos que la enarbolan para definir el lugar del hombre en el espacio traten. Ignoro quién tuvo aquella grandiosa idea de ladrar que Heidegger era tan grande como Picasso. Picasso no necesito hablar o escribir para retratar el alma del ser indefenso que somos cada uno de nosotros; él simplemente se hizo de un pincel y trazó tras el vacío. Pregúntale a cualquier español caminando por el centro de Madrid quién ha sido más, si Picasso o Unamuno. No necesito decirte la respuesta, ni espoloarte con cuántas sonrisas te encontrarías antes de escuchar la esperada respuesta. Y, debo decirlo, rara vez he estado de acuerdo con mi padre. Sin embargo, este no es ni el lugar o el momento para refutarlo; este texto solamente intentará hablar un poco de aquel quien retrató a cada hombre y mujer que ha andado por la tierra en un minúsculo libro de 42 páginas. Y esto último no lo digo yo, mas me atrevo a aseverar que Jung y Russell y Tsu no durarían ni por un instante razonar a su manera, y es más, abrazar su brevísima mas puntual radiografía de la esencia humana. Alguna vez leí que cierta gente del Pacífico mexicano creía en la no existencia del pasado, ya que el futuro es lo que se encuentra frente a uno, por lo cual lo que está detrás es nulo. El pasado es presente que ha muerto y la memoria de aquellos eventos muertos, la cual es presente, es lo único que persiste, digo yo. Así que, sin ignorar quién llegó antes que él, pero enfocado en esa parte de ellos que persiste sobre este mundo, entiéndase sus ideas, ergo sus textos, Tso se enfocó en la huella dejada por cada ser previo a nosotros, y en la huella que nosotros a su vez dejaremos; y si todos aquellos que filosofaron antes que él pudiesen haber caído en este enfoque, habrían previsto la filosofía de Tso Taun Leng, y él mismo podría haberse enfocado en un orden superior. Obviamente, no es mi intención desacreditar el gran logro del filósofo, sino imaginar por un momento dónde habría podido llegar él si lo anterior hubiese sucedido.
'El Pasto y el Viento' es el título de aquello que a algunos les parece una conjunción de mantras, dada la proclividad de Leng por repetir las oraciones contenidas en el libro hasta alcanzar el trance; mientras a otros piensan en una colección de aforismos, los cuales pueden ser entendidos independientemente, o como un todo. Vale aclarar que el trabajo de recopilación no fue obra de Leng, sino de un fiel seguidor, el único que se permitió el filósofo hiciese algo por él, y el cual nunca reveló su nombre como voto de devoción por el escritor al que conoció una tarde de primavera en Hanoi.
Hay tanto que decir de Tso Taun Leng que temo dejar algo fuera, algo trascendental, algo que lo haya marcado tanto como para alterar de sobremanera sus reflexiones. No dudo que una biografía completa sería lo más justo dada la importancia que llegó a tener, sobre todo con la subida de los filósofos orientales ante la caída del catolicismo como respuesta a todo; mas la falta de espacio, del cual ya he abusado bastante, me forza a enfocarme en lo siguiente: la muerte del objeto de este texto. Tan increíble como pueda parecer, este hombre cometió suicidio. No es que no le encontrase sazón a la vida y estuviese deprimido o mucho menos; el hombre con cabal uso de razón se prendió fuego a sí mismo como prueba de fe en el nirvana, la permanencia del alma del hombre, la erradicación del miedo a partir de su aceptación como caracteristica innata de tal alma, y el peso del futuro por sobre el pasado. Tso Taun Leng miraba hacia adelante mientras tomaba la lata de gasolina y la rociaba sobre sí, Tso Taun Leng pensaba en el ocaso del hombre mientras prendía la cerilla, y Tso Taun Leng dejó de pensar cuando el fuego baño su cuerpo en menos de un segundo. Y mientras esto sucedía, su aprendiz se hallaba lejos, tallando su nombre en un sauce para después entrar al bosque del que nunca saldría.

Cabe decir que el párrafo más celebrado de 'El Pasto y el Viento' encontró su nicho en las universidades del país bajo el nombre de 'Eau de Kung-Fu', a la vez infame nombre de un perfume que gracias al cielo fue un fracaso rotundo. Esto último, diría mi padre es una ironía, y tal vez, una parábola, diría yo.

Alto

La coloquialidad de la palabra 'verde' sobrepasa cualquier explicación que yo trate de plasmar acá, ya que el culto a la cantidad bestial de impresiones englobadas bajo tal término es abismalmente mayor a cualquier fe profesada en la tierra, incluso aquella en las letras. Lo que empezó como un cuento chino gracias a cierto fanático de la ficción cuyo desasosiego por sentarse largas horas a escribir ante la insalubre cantidad de ideas narrativas que tenía después de leer a Borges y a Bolaño y a Joyce y a todos aquellos cuyos malviajes quedaron hermosamente plasmados en papel, eventualmente se transformó en leyenda urbana, para después mutar en la agradable perdición de enfermos y enfermos. Cabe aclarar que hay de enfermos a enfermos, y que las razones, tan pérfidas como pareciesen llegar a ser, por las cuales tales o cuales enfermos se abismaron en aquella infusión tan terrenalmente común, pero celestialmente liberadora, son tan distintas como el Ying y el Yang; y tales o cuales enfermos se englutecieron en la perdición de tal bebida hasta mirar el sol cual el páramo del cielo que añoraban abrazar algún día. La ceguera, ya lo dijo aquel argentino, es el laberinto en el cual Dios perderá a aquellos que osen perder a otros en sus propios laberintos. Aun así, el aliento de Dragón sosiega tan profundamente como aquellos mantras que Tso Taun Leng repitió fervorosamente hasta que el fuego lo consumió, y todos los que satisficieron su andar rengo con él sonrieron hasta que el fuego los consumió.

El destilado de marijuana, trigo y patata se produce principalmente en el municipio de Toluca, lugar de su creación y cuna de su culto, sobretodo cuando tal lugar fue alcanzado por la mancha urbana de la Ciudad de México. Yuppies y ninis y hipsters y hippies y rockers y oficinistas despistados y colegiales imberbes y motociclistas y patinetos y amas de casa sin nada mejor que hacer se arrastraron a sus fauces bañadas en legalidad pura. Todo lugar que se llamara así mismo "de moda" lo ofrecía por una módica cantidad que me atrevo a llamar módica considerando la catarata de sensaciones que esta bebida apelmaza sobre sus consumidores. El sabor, seco y yerbabuenoso como Canel´s de a un peso las cuatro pastillas, no empaña el paisaje de palmeras y arena y un sol sonriente que le abrazan a uno el alma misma. Esto es, mientras presiono estas teclas, mientras mis manos acarician mi mente, mientras el corazón le susurra sueños a mi vista, empino el vaso hasta que mis labios dicen basta, y pienso en el amor que cada uno de los más de ocho mil millones de seres humanos me hacen sentir.

No bebo para olvidar, sino para fundirme con el mar. 

7.5.12

Mr Remol

Johannes Remol nació el trece de Julio del año dos mil doce, ciento sesenta y un días antes del tan anticipado fin del mundo, el definitivo, el real, el capital, el que los chiquillos de Fátima rascaron mas no atinaron, el que los Mayas predijeron con tanta antelación y expectativa que hubiesen languidecido de orgullo ante la brutal demanda de reservaciones en la península del Yucatán. El morbo, tan irracional como cualquier hombre que defiende su afiliación política, llevó a una cantidad insalubre de gente a intentar presenciar lo más de cerca posible el fin del mundo, el cual, risiblemente, no sucedió. La muchedumbre, a lo mucho, solo pudo mirar como el mar egullía sus pies, para después devolverlos con total displicencia, ante lo cual solo cayeron en buscar una respuesta desesperada a la pregunta, "¿qué chingados pasó?" El mar, sabio como es, no contestó. Innecesario sería mencionar que Johannes ignoró tales sucesos ya que contaba con meses de nacido, si no tuviese tal cantidad de relevancia en la futura profesión, o descubrimiento quizás, del objeto de este relato. Verán, la gente se sintió harto decepcionada cuando el mundo no se convirtió en una avalancha de maldiciones y terrores, de lamentos y mentadas, de cataratas de sangre y lágrimas. Quizás la forma de mi relato es tan melodramática como la peor de las novelas de la tarde, mas se me daría la razón si aquellos ante este texto hubiesen apreciado el dolo asestado a la falsa expectativa de la humanidad. Entonces, volviendo al cauce, la remoción de la pena por el fin de los tiempos de la psique general propulsó la aparición de un nuevo fin comunal: la perfección del hombre. Vencer a la muerte, ser admirado por doquier, verse y muy posiblemente sentirse mejor que el tipo de al lado obsesiona a cualquiera; y aquí, aquí es donde entra aquel Johannes de largo pelo rubio y voz profunda. La mejor, y por consecuencia, más clara definición de un bebé Remoliano es esta: un ser sin genes recesivos (sé que el uso de la palabra "recesivo" en este contexto es molestamente incorrecto ante la ambigúedad del terminajo; sé que la genética ha avanzado a pasos tan mutantaceamente largos como para dejar atrás la creencia de que el color de los ojos, el pelo, más la habilidad de hacer taquito la lengua, son probablemente consecuencia de modelos genéticos más complejos; sé que es más acertado hablar de alelos que de genes; mas, para este peculiar hato de causalidades en la forma de una narración, he decidido caer en el siempre reconfortante uso de la licencia literaria, y brincarme todo lo anterior con uso de cabal conciencia). Llegó el control de las enfermedades genéticamente transmisibles, acompañado de un difuminado "pero" al que nadie hizo caso: la estandarización de la apariencia del ser humano. Es decir, sobreabundancia de hoyuelos en la mejillas y ojos cafés, de cabezas de abundante cabello rizado y oscuro, de pecas y labios gruesos; acaeció el desuso de los anteojos, el exterminio de aquellos ojos grises y verdes y azules y color avellana, la extinción total de los pelirrojos. ¡Qué más da!, podría haber exclamado el mundo si se le hubiese cuestionado tal calamidad. La homogeneización del género, exclamó algún filósofo de aquellos tiempos, es menos una hecatombe que el natural paso que debe de tomar nuestra especie en pos de la evolución.

Johannes, tan trágico como se observa, y vaya que fue trágico su fin, murió ahogado en el alcohol ante la constante visión de hordas de infantes de ojos cafés y largas melenas rizadas que lo aterraban en sueños de verdes prados y vastas lagunas. Sin embargo, esa es harina de otro costal.

19.4.12

R18

Bloom
15 Step
Morning Mr Magpie
Staircase
The Gloaming
I Might Be Wrong
Weird Fishes/Arpeggi
Pyramid Song
Nude
Skirting on the Surface
Kid A
Lotus Flower
There There
Karma Police
Feral
Idioteque

Encore 1:
House of Cards
Separator
Reckoner
Everything in its Right Place (True Love Waits intro)

Encore 2:
Give Up the Ghost
Exit Music (for a Film)
Paranoid Android

R17

Bloom
15 Step
Airbag
Staircase
The Gloaming
Morning Mr Magpie
Supercollider
I Might Be Wrong
Nude
Reckoner
Identikit
Little by Little
Lotus Flower
There There
Feral
Idioteque

Encore 1:
You and Whose Army?
Kid A
Exit Music (for a Film)
Paranoid Android

Encore 2:
Give Up the Ghost
Planet Telex
Street Spirit (Fade Out)

12.4.12

ACG

La Asociación Cartelista del Golfo, grupo de reciente alcurnia, y constante donador de grandes sumas de dinero a caridades relacionadas con la desintoxicación de niños y adolescentes, se ha convertido en una de las potencias económicas mundiales. Habrá que aclarar que tal asociación, como toda que se precie de ser respetable, tiene un origen tan oscuro como el cuento del huevo y la gallina. El caso es que tal asociación, como toda que se precie de ser exitosa, tuvo que desafiar el status quo, mutar en lo impensable, y traspasar la barrera de un simple acto de prestidigitación local para convertirse en un mastodonte de la salud mundial; económicamente hablando, por supuesto. Hace muchos años, tantos que todos los altos ejecutivos de tal grupo que se han retirado apelan no recordar la edad que tenían cuando Osiel Cárdenas fue enviado a las sombras para algún día salir de ellas para ocupar un asiento al lado de Carlos Slim en la Cámara de Empresarios por un Bien Común, la ACG era una banda de traficantes de sustancias que en aquel entonces eran consideradas peligrosas para la salud. Claro, el alcohol y el tabaco han sido peligrosos desde siempre. Sin embargo, la hipócrita legalidad, con sus vaivenes y contraltos, creo una excusa poderosa para cualquier mal padre que achacara su mal actuar a cualquier factor externo: se les podía comprar en casi toda esquina de casi toda ciudad. Vaya, exclamaba cada uno de estos padres, si se pueden comprar en cualquier changarro, no pueden ser tan malos. Veintitrés años después de la convenientemente siempre mencionada Tarragona, y ante la baja afluencia de efectivo, aunada al descontrolado terror que impartía ya La Mano Con Ojos en los corazones de los traficantes de Latinoamérica, la organización que nos atañe sacrificó una cantidad considerable de sus miembros, sicarios sobre todo, invirtió fuertes cantidades en energías renovables, se puso al corriente con ciento séis años de impuestos atrasados, limpió sus finanzas, y comenzó un largo camino en la explotación de lo que "ser Tamaulipeco" quiere decir - pemoles y cueras de por medio. Aceptémoslo, cuando los políticos, incluso los de Estados Unidos, quienes se vieron altamente conmovidos por la ayuda que la ACG prestó a todos los indocumentados mexicanos para que volvieran a su hogar y rerecomenzaran sus vidas en un lugar lejos de los céspedes americanos, ven millones de dólares rozar las llemas de sus dedos, activan inconscientemente la oportuna cualidad de hacerce güeyes y ver para otro lado. Entonces, ojos al piso, manos extendidas, y saliva por los suelos, la memoria se les nubla, cual si bebiesen ajenjo, y perdonan a aquellos con suficientes méritos para transformarse en personas de bien. Además, habrá que mencionar que la en aquel entonces en proceso de convertirse en ACG prestó a aquellos pistoleros que no había aniquilado, al ejército para la caza de aquel antiguo brazo de los Beltrán Leyva, quienes lejos de respetar al pueblo como cualquier cártel de la epoca hacía, empezaron un escalada de violencia tan dantesca, que eliminaron al cuarenta y cinco por ciento de la población del estado de México. Tal ayuda no fue provista en vano ya que Osiel, aquel Osiel de tantos narcocorridos, al regresar a su país de origen fue recibido con el puesto máximo de responsabilidad en una asociación que nunca dudo en llamarse guardiana de las buenas costumbres.

El autor de este texto tiene dos puntos convenientes por tratar:
(1) Pedir a sus tan amados lectores se le perdone tanta exageración.
(2) El heredero de Osiel Cárdenas Guillén, ahora de setenta y trés años de edad, no ha sido decidido, y se tratará en posteriores publicaciones.

4.4.12

Id

Dream of a dream in the sole dream of a sole dreamer who rows hard against the deep waters of a stream of dream over which a sole dream could get lost and crushed and fed to the wolves and carried away in their blood stream, so it goes into their brains and make it work, so they prowl, so they taunt, so they haunt, so they hunt sheep, so they rip flesh, so they devour sins, so they cry and whisper to the voices in their heads, and their words are carried away while they sleep and dream, and the words reach the nearest shore to rest upon sand, where they could be drifted and reach a thousand rivers around the world to interweave with them, be their voices and froth and suds and fish and growls and laughter and dreams, be torn to particles, form silt form rocks form castles form men, lying men, walking men, running men, thinking men, dreaming men, decaying men, dying men, and hover to the promised land, where children will not stop laughing, where water is crystal and crystal is the mind of the ones who dared tame temptation to attain the utmost dreamt destination where a dream is reality and reality is the shape of their dreams.

Eau de Kung-Fu

El camino del hombre está inherentemente ligado a las brasas por las que muchas veces cruza. Solo el valiente olvida mirar con desdén el camino ante sí. La negación del dolor engendra más dolor. Cubrirse del sol mientras se camina sobre las ardientes brasas es tan absurdo como pedir perdón mientras se peca. El tonto se calza con sandalias de goma antes de cruzar las brasas, el cobarde baña sus pies en agua helada. Correr no quiere decir que se entiende la premura. Las brasas queman las plantas de los pies, el sol quema el rostro, la duda quema el corazón. Tirar piedras al camino ante uno sólo acrecenta el sentimiento de soledad. La soledad nunca es mala en sí misma; no saber como ser permeado por ella es el problema. Si la noche acecha el camino, habrá que tumbarse a dormir y soñar con la luz. El hombre, por más que trate de evitarlo, nunca dejará de andar.

3.4.12

Martín

Todo empezó en Tarragona. La crisis debida al liberalismo falaz que pobló la tierra por más de doscientos años, aunada a la insalubre idiotez de los políticos de aquel entonces, llevó a un grupo de consumidores de cannabis en Cataluña a rentar tierra en el otro extremo de España para producir su tan adorado ocio. Lo cual, obviamente, alegró a los tarragoneses al inyectar cierta cantidad de dinero en su comunidad para tratar de saciar su nada encomiable déficit, a la vez de que los bañaba con el fantasma de ser una autonomía de avanzada. Lo cual, obviamente, hizo que los chiflados conservadores pusieran el grito en el cielo, y agitaran las banderas en contra del supuesto narcotráfico que se promovía por aquellas regiones. Lo cual, obviamente, animó a la izquierda a gritar que la vida era vida por el libre albedrío. Lo cual, obviamente, hizo que mi abuelo, determinista de hueso colorado, le dijera a quien quisiera oírlo que esa cualidad de la vida, supuestamente dada a los hombres por un dios maquiavélico, era una mera ilusión, y de las feas. El debate se alargó por años, brincando de cumbres de la Organización Mundial de la Salud, a cumbres acerca de soluciones judiciales y sociales para con el tráfico de drogas, tanto legales como ilegales. Nadie se ponía de acuerdo, mientras el cártel del Golfo se colocaba como la quinta economía más poderosa del mundo, detrás de China, Wal*Mart, Alemania, y el estado de California. Quince años después de aquel evento en la costa oeste de España, muchos de los extremistas religiosos de aquellos días, entiéndase católicos, mormones, judíos, evangelistas, pentecostales, cristianos y musulmanes, se suicidaron después de malentender un extraño fenómeno astrológico. Todos ellos, los extremistas católicos, mormones, judíos, evangelistas, pentecostales, cristianos y musulmanes, estaban tan resolutamente opuestos a la legalización del consumo de ciertas sustancias, y el resto del mundo estaba tan consternado por su estúpido suicidio, que después de su ignota partida, la legalización de la producción, distribución, y consumo de ciertas drogas entró con apenas algo de ruido en la vida de los más de siete mil millones de habitantes de este planeta. Esto es, los religiosos de cualquier ala moderada entendieron, o quisieron entender, que la prohibición de aquello con lo que uno no está de acuerdo por el simple hecho de prohibir aquello con lo que uno no está de acuerdo proviene de la misma zona oscura del cerebro donde se aloja la idea de suicidarse en masa. Por tanto, cayeron en dedicarse a instruir a la gente en el consumo de espiritualidad para evitar la espiral caída al mundo pernicioso de las drogas. El caso es que, ante la existencia del tráfico legal de todo lo que solían monopolizar, los narcos y cárteles y sicarios no tuvieron más remedio que dedicarse a la exportación de comida y productos tradicionales de sus correspondientes países de origen, sobre todo por la amnistía ofrecida por los gobiernos, amnistía dientes para afuera porque, y esto es un rumor solamente, tales gobiernos se relamían los bigotes ante la rebanada de pastel que les tocaría, legalmente por supuesto, si los narcotraficantes legalizaban sus negocios y cuentas. El consumo de drogas, más que acrecentarse, se dispersó por todo estrato social, alentando el establecimiento de cafés para el consumo de casi lo que fuese, cannabis y hachís principalmente. Los más afectados fueron los ejecutivos de cualquier compañía relacionada con la producción de alcohol ya que, vaya, lo que al principio fue considerado como la irremediable moda de ponerse pacheco, se convirtió en la tradición de ponerse pacheco, y así, esas grandes corporaciones se fueron lentamente hacia la bancarrota. Cadenciosamente, la industria creció, creció, creció y creció a tal grado que se puede asegurar que el consumo legal salvó a la economía mundial.

Dato curioso: el consumo de la Coca-Cola está penado hoy día con un mes de cárcel, dos meses obligatorios de desintoxicación, dos meses opcionales de servicio social, los cuales se pueden saltar si uno tiene cierta cantidad de conexiones en Atlanta, Georgia, y una multa de dos mil créditos. La Coca-Cola se convirtió en un producto ilegal cuando el consumo de tal líquido bajo a cantidades risibles cuando la gente dejo de preparar tragos con ella. Ante tal motivo, The Coca-Cola Company comenzó a lanzar escasísimas cantidades de latas de su refresco, todas diseñadas por artistas de vanguardia, las cuales llegaron a valer tanto como una casa en la Rivera Cortés, un Lexus-Benz de primera generación, un hígado, o un bebé Remoliano. Los gobiernos del mundo, en complicidad con la ahora honorable ACG (Asociación Cartelista del Golfo), y Diageo, ahora productor del famoso Dragón Verde, reclamaron ante la OMCFMIBMBCMyA la pronta dispersión y el cese de actividades de The Coca-Cola Company por prácticas comerciales desleales. Ante la aparición de los bulldozers a las puertas de la única fábrica de Coca-Cola en el mundo, los accionistas mayoritarios desaparecieron con la todavía fórmula secreta del líquido y una cantidad increíble de costales de dinero, no sin antes jurar venganza por tal ofensa. La ahora exageradamente preciada gaseosa es producida en laboratorios clandestinos por todos los Estados Unidos, y exportada al resto del planeta, no sin cierta ironía ya que en la parte inferior de cada una de las latas se puede leer la palabra "vendetta".

Para más información acerca de qué es un bebé Remoliano, quién fué Johannes Remol, la historia de ACG, y qué es un Dragón Verde, consulte posteriores publicaciones.

Aquella noche

La historia es olvidada. La historia olvida. El olvido es historia. Pedro, no. Mi desayuno, las balas en el Cerro de las Cruces, las lágrimas de Margarita, el mal cine mexicano, los cortes de Tino. Toda aparente nimiedad forma parte de un todo histórico. Hasta los palurdos. Hasta Pedro. Él, tan perdido en el tiempo, tan atiborradamente agarrado de un a veces tiempo mejor, sufre como nadie la insaciabilidad de tiempo que no hace nada, según él, más que correr. La gente, dice él, se baña en su mala memoria todos los lunes por la mañana. Y lo dice mientras blande un imaginario rifle y dispara a los imaginarios conservadores que lo aturden desde el pasado que él a veces puede recordar. Mi querido Benito, dice, mi mal logrado Benito. Pero llegará el día en que tú ocupes el lugar que te corresponde, y los gaznápiros que te ignoraron, y que todavía te ignoran, caerán bajo el peso de tu resolución. Olvidar es no ser humano, dice. Olvidar es morir, creo yo. Dar un paso hacia la orilla del mundo sin recordar dónde más has pisado es terrible. Sólo el presente existe, se podrá argüir. Sin embargo, en el pasado están todos aquellos eventos que nos han llevado al punto en el espacio dónde estamos. Y no se me hable de existencialismos y determinismos y objetos y de sueños álgidos, que no se pueden imaginar billones y billones de años de eventos que aún podemos observar. Si no, pregúntenle a los físicos y biólogos y teoretistas de la evolución y demás, dice. Dios mismo es una conexión mnemónica; la divinidad de la que medio pinche mundo presume es un pedazo, un recuerdo, de aquel tiempo en que el Señor tomó arcilla y modeló a cada uno de los seres por poblar la tierra, carajo... La memoria duele, exclama, y duele aun más cuando el hombre resuelve en rascar su cabeza cuando aquello que arde es su corazón.

14.2.12

Sobre un hombre eternamente retrasado

Todo ocurre por alguna razón. Los edificios pueden caer de un momento a otro y aniquilar a un puñado de gente inmersa en lo inerte de una mañana cualquiera, completamente abstraídos del hado que los acecha. Yo ya no corro, no importando la imperatividad de quien me espera. Paso a paso, cual reflejo de nube cruzando los cristales de cualquier cara de cualquier construcción, me acerco al pedazo de raciocinio al que me dirijo por tal o cual motivo sin urgencia. El tiempo me contrae y me expande, roza mi piel, me susurra o me canta o simplemente me grita, dependiendo de su humor, que corra, que qué desconsiderado, que ella espera, que él mira su reloj como a punto de soltarle un "para por favor" a la manecilla larga. Yo no hago nada. No soy la tierra con su aparentemente parsimonioso andar a pesar de su frenesí por girar sobre sí y alrededor del sol, dando tumbos por un curvo universo; yo, alérgico a la prisa y y al desboque, dubitativo del provecho de la zancada larga, temeroso de soñar a bordo de un bólido tornado, ando lento. Y si acaso la torpeza del día por avalanzarse contra el reloj hace mella en mí, simplemente me planto en algún lugar, desarmo mi cuerpo hasta los átomos, y olvido el momento. Yo no morí aquella vez. Todo pasa por algo. Y tal vez será porque mi tardanza es la cúspide de mi existencia.

Corpus

Todos me miran, de forma peculiar, mas me miran. El Señor posa sus manos sobre mí, sobre mis hombros, asiento a su mandato, miro al cielo, y riego sobre los hombres que me miran su palabra. La noche cae, los ojos de la gente caen abatidos por el tic-toc de un día cansado, de un día adusto, árido, falto de pertenencia. Pero mi voz surge como el trino de un pájaro que se atreve a cantar primero cada mañana. Mi voz, honesta, ardiente, se alza ante el silencio y las cabezas gachas. El Señor se cierne sobre ustedes a través de mi carne y sangre. La compasión y el amor están tan a su alcance que podrían nunca darse cuenta que acaban de ser salvados. La salvación no es ir de rodillas por el mundo, autoflagelándose sin miramiento, arrastrando las penas sobre calles pavimentadas con sal y arena. Escuchen al Señor en la tímida voz de su rebaño y encontrarán el portal que une al cielo con la tierra, voz que los llevará lejos de la inconcordia y el dolor, la falsedad y la idolatría. Me miran, mas no me observan. Si lo hicieran, si en verdad buscasen entender su alrededor, sabrían del peso que llevo en mi arrugado rostro, envejecido por la contemplación, dilapidado por las penas del pasado, sangrante por el rasposo porvenir, inverso y decadente por lo frágil de mi alma. Pero no lloro porque sé que Él me acogerá y me guardará lejos del pasar del tiempo. Seré un rayo de sol abrigando a las ovejas que aún pastan esperando su turno para convertirse en nubes adornando el firmamento donde la vida es gozo, y poder dejar atrás lo mundano en la estadía que es estar vivo.

Alabado sea el Señor.
Amén.

16.1.12

El humo de su cigarrillo se extiende infinitamente. Hace bucles eternos. Llena el espacio. Desplaza materia a su paso. El humo de su cigarrillo es en parte su aliento. Es en parte su voz. Es en parte una entidad que susurra mi nombre.

rant

I am sick - sick of love, sick of her and you, sick in the throat, sick cause I ain't seeen you.
One a many puff of smoke rising to the white ceiling, while I hear she is the sun and moon and stars.
I shall count the hours cause there is nothing else to do, you understand.
There is no bike, no rant, just me wishing to hear a bird passs by.
I write and pretend to be I am where I am.
Whisper her name to the crickets and they will sing you back a lullaby.
The world is yours and you are hers alright.
Cursing the rain which drove you mad on a Sunday night.

8.1.12

Domingo 8 de enero del 2012

Llegué a la esquina de Reforma y Río Tíber esta mañana después de una larga caminata. Me senté, coloqué mi botella de agua y mi copia de La Vida en Llamas de Carlos Pellicer sobre la banca que escogí, debo decir, sin razón particular alguna. Tomé un cigarro de mi bolsillo, el cual cayó al piso ante mi distracción por ver al hombre que andaba en bicicleta disfrazado de alebrije. Me agaché para recogerlo y ahí estaba la hoja que contra toda naturaleza mía decidí tomar. Ésta decía:

y que todo hombre y mujer posibles y que todo hombre y mujer imposibles rieguen la tierra y puedan sentir como sube el vapor de agua en un día de verano, mientras el pasto crece impasiblemente lento, tan lento que es eterno su ascender al cielo, donde habitan cada uno de los seres pasados y futuros, quienes miran con curiosidad la simpleza del andar errante de cada uno de los seres que habitan la tierra, andar errante de tres pasos a la izquierda, dos a la derecha, cinco hacia atrás, mas casi ninguno hacia delante ya que la visión terrenal, imperfecta y arrogante, no descifra que el aparente muro que se cierne sobre el hombre es solo un espejismo colocado por el leve reflejo del cielo sobre la tierra, y ay de aquellos hombres que ufanamente caigan en la vacuidad de tal reflejo, y ay de aquellos hombres quienes osen atravesarlo porque la soledad será la niebla que nublará su vista, y odiarán tal niebla, y la maldecirán, harán pociones para contrarrestarla, tratarán de llamar a sus hermanos, mas será en vano, y al final, entendiendo que todo artilugio en su contra es irrelevante, la abrazarán y morirán sonrientes, encontrándose a sí mismos, pero estarán solos, y el vacío que ha invadido el corazón de cada ser en la tierra crecerá hasta consumirlos, y a pesar de que sus nombres serán reconocidos por el resto del mundo, todo hombre y mujer posibles, y todo hombre y mujer imposibles andarán tratando de sentir como el vapor de agua se desprende del pasto eterno y les llena el alma de sueños de sal y de arena y de sangre y de sudor y de lágrimas y de lava y de agua de mar, a la par que el creador sonríe mientras cavila en el motivo por el cual le ha dado el aliento de la vida a un manojo de figuras de barro quienes habitan una roca en un lejano rincón del universo mientras yo rezo por sus almas y anhelo la redención y la sumisión y que todo ser que habita en aquel rincón del universo se abra a mí y yo me abra a ellos

Llevé la hoja a mi casa y la coloqué debajo de mi almohada. Siento un deseo ardiente de dormir con ella entre mis brazos y soñar que la leo una y otra vez. No me atrevo ya que mi miedo es más grande que mi curiosidad. También quisiera arrugarla y tirarla por el balcón para que mañana el viento se la lleve lejos.

7.1.12

Of a bottle of wine...

I am not Joel Rojas. A waste of chemicals under the tag of happiness has taken over the mind, the thoughts and the hands God granted me on a summer day. The music in the distance is a mere beat. My heart dances, my body dances, my hope dances, while the walls turn red, while the expectation for a morning in which I could discover what I am meant for grows gargantuan. I have no control over these words. I have no control over when the sun sets. I have no control over when the earth will tremble at each of my steps. I, as infinite as a single person can be, sit by the arms of je ne se pas, c'est la vie, carpe diem, and the like, to have chats of the taste of red wine. I see the world through my dirty glasses, through the eyes of a drunken man. These keys are soft, this world seems soft, this slight feeling of nude joy feels soft. Hot Chip, hot drinks, hot words, hot plans, hot winter, hot sex, hot love. I wonder. I wonder how much of my self has gone on a boat. The music next to me is the beat of my heart. I am nothing without music. Music is nothing without me. Why? You know what? I know I am more than a pile of salt, yet... yet that is exactly how I feel. If the rain, I would melt, and who would I fool? You are the soul for which my soul has become a pure pile of salt awaiting to become a sea which can give you comfort on a day like this...

I am sold for the whims of a woman who owns me in a most despicable way. Do not misunderstand me: it is just that I have found a woman who rocks my world...

Funny, isn't it?

4.1.12

Interlude b

The sun came crawling up the wall and through the window,
Reached my eyes, lit the old house I was dreaming of,
Shone upon the books resting next to my bed,
Books of verse and prose and science and hope,
His countless fingers touched the back of my head,
His swift voice made for my ears and said, Welcome home.

3.1.12

Interlude a

She.
She has given us a sip of hope.
She knocks on our window,
She encourages us to come up,
To feast on cotton candy,
While the song her words are,
Makes us grin,
Our dreams claim their place,
So we slumber,
So she slumbers,
Then,
Then we start over the morning after,
When she knocks on our window,
The wind whispers, Good morning,
We get to our feet,
And so on.

2.1.12

Interlude

In spite of the rain, the mud, the solace,
Of how lost you feel, in mud, in solace,
Her name is the harbour to make for tonight.

The assorted path

I

How sunny can an autumn morning be? I wasn’t planning to get up for another hour, yet this burning sunlight won’t let me catch the slightest sleep. What is it I got to do today? Bank, picking up the suit at the tailor’s, checking up the pre-orders for the Chinese manufacturers, perhaps having a coffee at that new place Pierce talks about much. Dinner at my parents’ isn’t an option. Not today. Not in the mood for my dad babbling about how stupid of me it was to crash the bike. Cold water. Bullshit to whatever they say: cold showers are for mental people. No shaving. How I hate this guy’s voice! It’s like he got trapped in a water tank and had to deliver news to the world through a cardboard pipe while the batteries of his voice are running low, the bastard. Hadn’t noticed the lawn was in such good shape. Carlos is always complaining the cold has come early and has begun to dry up the grass. Why do I ever listen to him if his voice is so bothersome? Apricot Boulevard, then the Roxy street, then 42nd St. I thought they had already finished. Those public works never heal, do they? It’s as if they’ve re-opened the whole thing and done it again all together. Move it, can’t you see? Gee… Some people aren’t meant to go out their houses, but they won’t listen. Closed?! How come?! I… Fuck… I would have noticed... Teller told me, Come on Monday to pick it up. Keep moving. Underneath this burly tree, This is where she brought me, This is where she bound me, Nobody found me. Good morning, how do you do today? Awfully fine, mister. Is Tino around? I’m afraid he’s left for his mother’s town. She is terribly ill and, between you and me, I don’t believe there is much to do about the poor lady, if you know what I mean. Thought she had already passed. Either way, I brought a suit for repair last week, and Tino said it would be ready today. What colour? I assume he didn’t give you a receipt. Nope. Blue. Navy blue. Hold on. I really thought she had. You sure he said Monday. A hundred. He must’ve misplaced it. Can’t figure where he could have put it since the man is peculiar about where to place things in his business. Alright… When is he coming back? I’m afraid I couldn’t say due to his mother’s condition. Right. Thanks anyway. Drop by next Wednesday; I’m sure I’ll have news about your suit. Ok, good day. Likewise, sir. I could swear she had a seizure earlier this year. Well, people are always breaking down.

II

Rosewood St. Turn left at Persimmon. Three blocks he told me. Turn right at Oak. Hmm. That is odd. Goddamn… Duplicate and triplicate. One more time. I love you, but enough is enough. Lewis’, that’s what he said. Welcome to our new café. Thanks. We have a wide variety of imported coffees, and... You have Wi-Fi access' right? Yes, it`s open, so you won’t need a password. Ok. I’ll take that table, and would you get me a large latté, doppio, and a house sandwich, please. Right away. Bet he mentioned this opened a couple of months ago. Hmm, Duke Ellington. Where did I leave that cd Isra gave me last Xmas? Coltrane is a good name for a boy. I don’t know what in heavens she is talking about when she says he wouldn’t like it. It’s different. It’s not like it is his father’s name, for Christ's sake. I’m not gonna name a dog Coltrane. So. Where is it? Where the fuck is it? Had the mail yesterday. Maybe if… I had the mail yesterday. Perhaps… Nah, I’m not that stupid! Could he? But I got it late at night. So… I forwarded it to Pierce. It gotta be there. Where the fuck is it? Here’s your coffee, some sugar and some cinnamon. The sandwich will be ready in a jiff. Great. 555-3825… The number you have tried to reach is out of service. Please… This can’t be. I knew I shouldn’t have taken the week off. Could you hurry up with the sandwich, please. I feel like thrashing this… Listen. Listen to Duke. Ok. Dear Mr Sanders, I seem to have misplaced the e-mail you sent me regarding the pre-orders for our Chinese manufacturers you have me asked to review. Would it be possible for you to send the pre-orders once more? My reply will be in your inbox this afternoon without delay. Thanks in advance. Regards, Joe Jennings. Aw, fuck. I won’t see the end of it this Friday. How long does it take to make a goddamn sandwich? Pop. Guess what, son? The bike just came in. Hope you can come to check it this afternoon after work. Luv. Wait… Wait a fucking minute.

III

Here it is, I’m sorry for having you wait. The bike. The bike should be in my garage, completely screwed. I crashed against that tree last week after Camille’s. Is everything alright? Yes, thanks. Dad, what are you talking about?! He’s pulling my leg. Is it ok if I leave my stuff here while I… No worry, I’ll keep an eye on it. I’m not here, this isn’t happening, Strobe lights and blown speakers, Fireworks and Hurricanes. Refreshing. Rough. The bike I bought on eBay got here this morning, sleepyhead. You still in bed? Please come today and I’ll let you ride it. I don’t… I don’t get it. Tasty. But… It was home. It is home. No… Could you wrap it to go? How much is it? Twenty dollars, sir. Thanks. This is sickening. He could have gone home. But, why… Odd. Thanks. Have a good afternoon. Let’s see. Shit. Where are my mother’s messages? Where is Sara’s? July 25th. You gotta be… Now, move a little to the left. Go fast or you’ll lose it. Are you out of your mind? Oh my god, it’s so hot, Oh my god, it’s so low, Oh my god, I’m so messed up, I don’t know which way to go. Green. Don’t mess my holiday. Don’t mess my holiday. Ok. Go. This has gotta solve it. Open I tell you. What the hell? I… Ian came yesterday to see it. He gave me an estimate, he said it would be three hundred dollars, he said he could take it as soon as this coming Thursday. I’m calling him. Hold on. Nope. I picked it up and threw it to the couch. Here. July 25th… The Oslo murderer charges on Zapatero. Demonstrations continue in Tahrir Square. Iran blames the US and Israel for scientist’s death. Gaddafi’s forces capture Katrun. This is hilarious, you know that? It’s like when I woke up in the middle of the night, ran downstairs to open my Christmas presents, but the tree was gone. There was only an empty space in the right corner of the room. Someone burgled the house! Mom! Dad! The tree is gone! The presents are gone! What?! Someone came in and took our things! Joseph, stay where you are! I was on the floor, kneeling, crying. Stay in your room! Are you ok, Joe? Dad! Stay in your room, I’m fucking telling you! Joe, are you ok? Yeah… Why are you crying? The presents… What? The presents! They took our presents. So my dad came downstairs with a baseball bat in his right hand and a torch in the left. Are you in the living room? Yeah. I heard his steps and his breathing, completely syncopated. Joe? Are you alright? No! They took our tree and presents. They’ve ruined Christmas! Joe… We’re in the middle of the summer. No! Last night we had turkey and… Joe, come here. Think about it. Concentrate. Didn’t you have two bowls of cereal because you spilt half the first on your brother? Didn’t we have a good laugh? I had been dreaming. I could have sworn I had seen my presents gleaming under the tree.

IV

How can it be? Dreams are made of bits of reality, so they feel real, someone once told me. But, wouldn’t it be that I couldn’t be thinking of this if I were actually dreaming? Oh god… Could you tell me what date it is today? No way have I dreamt four months. Dreams are made of bits of reality. Sara. She’s real. The sunny afternoon. The coffee and the cigarettes. I was there. Her reflection in the bistro dark window. Autumn leaves. Trees paying courtesy to our steps, shedding leaves, shedding light, bending in the wind. We strolled as if we danced, and we danced as if we strolled. Your company makes me feel alive. Smile. Staring at the floor. Smile, once again. This is… an… elcome to anot… Killing me softly w… War thrives in Libya as General Gaddafi and his forces have taken the city of Katrun. International NGO’s keep calling on world leaders to take any sort of action to prevent a massacre. The Security Council of th… Miles Davis play Blue Haze. July 25th. Is everything ok? You don’t pray. You don’t go pray. In madness no one listens. And even if this isn’t madness, do not think someone would get up and show how much of a macabre prank this is. Sara. Answer. Answer, please. No. Oh, Sara. Sara, would you tell me if you are there? Woul... The weirdest thing has happened. Is it? Tell me. I have discovered time travel. Have you not? Indeed. Now, I can see dinosaurs. Do you want to come along? Dreams are made of bits of reality. How can you know this is not a dream? Because I can tell when dinosaur skin is real and when not. Sure you don’t want to see dinosaurs? Nope. Can we travel to October 17th? Why so? I need to see she is real.

V

Hello? Is everything alright? I think so. Why are you asking? Just curious. What are you doing? I just woke up. It’s nine o’clock. Are you on medication? I mean, that shit sometimes makes you sleepy. I… I just had a hard morning, that’s all. I haven’t been able to think clearly all day long. Listen, your mum says you outta come and help me with the bike. Is i… Fuck! Son? Is everything alright? Joseph? Cut it out, Joseph! Joseph?! Luke said you can’t read shit. The present story takes place on a rainy day, nowhere in particular since the city where it occurs can be mistaken for any other due to the intrisic and regular characteristics of any given city nowadays. The person we shall now talk about has neither an odd, nor a rare characteristic that could make you turn around… No no no no no no no no no… no no no! Shut the fuck up! Sara, where are you? It is so quiet… Why don’t I hear voices? Why doesn’t anyone tell me to burn my house down? Don’t answer the phone… Don’t answer the phone… It… It was so normal, so normal when you got out of bed this morning. Shut thefuck up! Just go upstairs, just go upstairs… Everything will be the same tomorrow morning. Just get in bed. Just do. Quiet. Quiet… What are you doing here? I came to comfort you from your dreams. Isn’t that what you wanted? Yes…