11.10.12

post-meridiem

Una de las desavenencias de viajar en el tiempo es la peculiar cadena de eventos que son directa consecuencia de tal trote. Digamos que cierto caballero aborda cierto taxi para arrivar a cierto punto, y dada la siempre inconveniente aparición de portales al azar por cualquier posible punto que tal caballero en su taxi podría cruzar, cuando llega a su destino, resulta que tanto la tarifa como el tiempo de recorrido se ven acortados, y el caballero baja sonriendo ante la fortuna de un día que de inicio había sido malo. Obviamente, tanto el caballero como el chofer ignoran lo sucedido. Quizás se argüirá que ha habido fortuna en tal suceso, mas el imprevisible resultado de tal salto escapa la vista de la mayoría de la gente, y la aparición de catástrofe alguna será achacada a lo que sea, menos al viaje en el tiempo. Ejemplo, cierta abuela de cierto hombre cruzó un portal cuando salía del baño, y la llevó exactamente 24 minutos y 8 segundos después en el futuro. La familia del hombre comenzó a burlarse diciendo que tal vez la abuela necesitaba un poco más de fibra en la dieta, y que muy posiblemente era hora de que dejara la Coca-Cola. Ella suspiró antes de hacer un berrinche momumental bajo la premisa de que su reloj marcaba que sólo habían pasado 5 minutos desde que salió. Uno de los nietos dijo que era hora de que tuviera un reloj digno de llamarse así, lo cual enojó aun más a la mujer. El coraje propició un derrame biliar, el cual provocó una devastación del intestino de la abuela, quien finalmente se reunió con su esposo después de tantos años de él haber partido. Sé que dada la teoría de los universos paralelos, en muchos de ellos el hombre del que hablamos goza todavía de una vital abuela, ya que es prácticamente imposible que todas las venerables en todos los universos posibles hayan cruzado un portal saliendo del baño, pero en este no; así que el hombre sintió una enorme pena y abandonó su carrera en astrofísica para vender tamales barbones en Escuinapa, Sinaloa.
El caballero que llegó veinticinco minutos antes al trabajo, no notó que su reloj estaba atrazado tal cantidad respecto a los relojes de sus compañeros de trabajo (a excepción del de Matilo Asdrúbal, quien gracias a la todavía incomprensible ley de Moses que dicta que el universo en el que se está puede inconscientemente conspirar contra cierto individuo, vivía en un eterno vaivén de desordenes temporales, y existía en total "asincronía" con el mundo). Todos sabemos que tiempo es relativo. La madre del caballero que bajó del taxi prefirió ignorar esa proposición, así que hechó el cerrojo al zaguán a las diez de la noche, y el caballero tuvo que dormitar en una banca del parque habiendo olvidado sus llaves.
Ahora, ¿que sucedería si el caballero hubiese cruzado un portal convenxo, llegando veinticinco minutos tarde, pero pagando una tarifa menor?

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