Tomé tu mano en Octubre,
La gente andaba sin parar,
Porque no había nubes,
Vayamos a caminar, decían
Es un día soleado, se decían,
Y así se veía un arcoiris por las calles
Helados, bebidas, el sin parar de automóviles,
Los autobuses y aquella moto abandonada,
En desfile a nuestro alrededor,
Toda hoja de todo árbol en el vaivén de la tarde,
En sincronía con el aletear de aquella mariposa extraviada,
Y tú tan tú desde el principio,
Piel de brisa al mar,
Ojos cual brillo de Otoño,
Hará frío, mas no importa,
Tomé tu mano
Y el infinito existió.
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