30.9.20

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 I 'm looking for the face I had

Before the world was made.

-William Butler Yeats


12 años han sido. 12 años y días. He contado cuántos días, mas no lo pienso decir. No recuerdo el día aquel en el que me senté y tecleé por primera vez algo que me hiciera sentir contento con mis letras. Contento, aunque no satisfecho. Siempre, desde que comencé a ser consciente de mis actos, he pensado, "¿Debería? ¿Debería mover esto, arreglar aquello? ¿Tomarlo todo y botarlo en la basura?" Aquella publicación no fue excepción, ni lo será ésta. No recuerdo detalles de aquel día en el que este sinfín de ideas inconclusas comenzó. Sé la fecha, pero pudo haber sido un martes, o un jueves. Pudo haber sido de tarde o ya la noche pasada por una enésima taza de café o uno de tantos cigarrillos. ¿Llevaba las ropas del trabajo? Tal vez estaba de bermudas a pesar del frío. Cómo si importase. Lo que sé, lo que importa, es que, después de tanto tiempo, después de tantas personas, a pesar de tener el mismo rostro, la misma alma, no soy aquel yo. Ni peor, ni mejor. Aquel es alguien marchito por el tiempo, sumergido en hedonismos, en pretensiones logrables mas imposibles, llevado de la mano por un sueño maltrecho, y a la vez llevando de la mano a un sueño aún más maltrecho. Yo ése queriendo ser sol y estrellas. Y ahora. Ahora no soy más que imprevisible, con un sendero tan dentro que, a pesar de conocerlo, ignoro para dónde irá. Hoy simplemente toco a la puerta de aquella chica para poder preguntarle si quiere cantar conmigo debajo del sol y las estrellas.

¿Habrá alguien para este blog? ¿Volverá la audiencia que algún día aparentemente existió? No lo sé. Esto comenzó como un experimento. Onanismo en pos de vaciarme en algo para poder saciar mi hambre creativa, y para hacer catarsis por mi cuenta. ¿Cuál es el punto de escribir ahora? Ha sido una mañana pesada de trabajo, de gente abusiva y grosera. De un desayuno delicioso, y de un frío en soledad. Me siento tranquilo, mas inseguro. Esto tal vez ya no sea un experimento sólamente, sino un lado de mi vida que me da sosiego. A ratos desagüe para la náusea existencial. En otros pintura de la felicidad que me agota. Y hoy, específicamente hoy, espejo de la persona en la que quiero ella se fije.

No estoy peor que en Septiembre 8 del 2008. No llevo mejores ropas, ni me siento menos solo o más acompañado. Soy, ahora, una conjugación distinta de un hato de hechos a través del tiempo.

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