5.2.13

Pizza

Es por todos conocida la proeza de Ssado-Ul Aa Mg de haber creado un universo ficticio tan vasto como el real, completamente basado en los torpes andares de una raza no demasiado distinta a la nuestra fisiológicamente hablando. Me atrevo a decir que algo de lo que más atrajo atención fue el usar el sistema de nombramiento de cada planeta en un sistema estelar para crear el alfabeto de la sola civilización que todo aquel que haya leído los 149 tomos de la historia de Erde se atrevería a llamar sabia. Como toda civilización que se adelanta a su tiempo, fueron sometidos a la voluntad de aquellos que a pesar de ser torpes con las letras no trastabillaban en meterle una lanza por el vientre a los que hicieran obvia su torpeza. Soy tan hábil con las letras como lo es un ave con la producción del vino, se decían los conquistadores, yo lo sé, tú lo sabes, y la historia nunca lo dejará de saber, así que, ¿para qué ponerme en ridículo de forma tan grosera? Tal elucubración generalmente terminaba en el destace de cierta cantidad de conquistados. Como dato curioso, aquella cultura exportó una gran cantidad de ideas y filosofías al futuro de la especie, y se les citaba como grandiosa cuna de sabiduría. Sin embargo, rara vez se le tomó en serio y, qué irónico, cuando el fin de los días llegó y dios le preguntó a los últimos de aquellos humanoides qué impresión de la vida tenían, cualquier línea de cualquier obra de aquellos olvidados (de entre ellos, sólo Eneas me viene a la cabeza) le habría parecido apropiada a dios, y les habría permitido disfrutar la vida eterna. En cambio, el hombre que fue elegido para proferir la respuesta dijo, somos tus siervos, y cualquier camino que hayas elegido para nosotros lo abrazamos humildemente. Dios lo tomó con poco humor, y los destinó a sacarle brillo a una cantidad insana de manzanas.

Ahora, Yatssis Úpsilon ha pasado a la historia por una pequeña razón que no tiene nada que ver con su clima tropical y con ser el único planeta habitado en su sistema. Todo mundo sabe que no es posible que haya vida no bacteriológica en el vigésimo planeta de sistema alguno, pero la razón por la que es así llamado es tan estúpida como el credo de los aghgogianos quienes claman que todas la estrellas en el universo son óvulos dejados por un pez aghgogiheghguciano, el cual vive 1,000,000,000,000,000,001 años, y del que sólo puede haber uno a la vez, entonces estamos en la cuasi eterna espera por el pez aghgogiheghguciano que los fecunde. De cualquier forma, cuando Ungbahr Bubattlaaghgogihegh, vicerregente del sector  8-29-303 pisó el quinto planeta del sistema Yatssis para bautizarlo y darle un lugar en el Gobierno Galáctico, él se encontraba un poco ebrio, poniéndolo de manera elegante ya que en realidad se encontraba tan estúpidamente borracho como toda la flota Aarr del planeta Na Beta cuando lograron abrir las miles de botellas de alcohol destilado de ghrunbahr que alguien por error mandó a su planeta después de haber consumido una cantidad ridícula de tal alcohol para celebrar la consecución de la apertura de tales botellas que el empleado postal olvidó en el pórtico de su casa después de haber bebido de ese alcohol el cual robó y el cual no pudo abrir hasta ya entrada la noche. Desviándose un poco del tema, los naianos tenían prohibido tomar algo que no fuera agua del manantial Aarr en la gran ciudad de Aarr regida por el supremo comandante Aarr, quien curiosamente se tambaleaba al andar al salir de su estancia en la cual se encerraba por horas con tres de sus cortesanas. La noche en que llegó aquel cargamento de felicidad embotellada, la revolución estalló y está de sobra decir que el supremo comandante fue encadenado a la gran montaña Aarr donde se le conectó a la gran máquina Aarr de la vida perpetua, y no murió hasta el fin de los días. El caso es que Ungbahr Bubattlaaghgogihegh, habiendo reprobado su curso de cosmogonía participativa, nombró al planeta como Úpsilon a pesar de la cantidad de tirones de ropa que su asistente y consorte le dio. Al enterarse el regente de aquel sector, quien generalmente sólo se ocupaba del mantenimiento de las redes acuíferas e informáticas de los sistemas de su sector mientras se duchaba por la mañana, intentó por todos los medios enmendar el error del otro, mas un extraño envío de miles de botellas de alcohol destilado de ghrunbah saboteó la votación a favor del cambio de nombre.

Ahora, el explorador Is Isisis se propuso escalar la gran montaña Aarr con nada más que un tanque de oxígeno y un par de tenis deportivos. La proeza parecía imposible ya que los insectos sodiarios de aquel lugar devoran cualquier tipo de carne expuesta al aire libre, pero Is tenía un plan. Su primo era desarrollador del primer circuito de sodio capaz de transmitir señales televisivas a cualquier sistema nervioso por primitivo que este fuera. Así cargado de tremenda cantidad de costales de sales circuitales, Is distrajo a la marabunta con una transmisión especial desde el sepelio del gran artista conceptual Bollock. Al llegar a la cima, la curiosidad hizo mella en él y se dirigió a la gran máquina Aarr de la vida perpetua. Vio reyes, contadores, esposos infieles, vendedores de crédito, electroquímicobiólogos, cantantes de ducha y militares desertores; pero en el lugar del supremo comandante Aarr encontró una pizza y una nota que decía, garr o trryu batel - regreso en 5, en lengua común.

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