Te huelo en mis sábanas,
En mi cobertor, en mi ropa, en mi toalla,
Porque te llevo en el alma,
Y te llevo a cualquier lado al que voy,
Al supermercado, al paseo con mis perros,
Cuando tomo una ducha, cuando voy por un café.
El frío ya no es frío porque estás ahí,
Llenándome de calor y lujuria,
No agacho la cabeza porque si por alguna razón estuvieras cerca así te podría ver,
Y sonreiría tontamente, abriendo mis brazos hacia ti,
Sin preguntarte qué haces aquí, sino sólo sentirte,
Besándote para aprender una vez más del sabor de tu saliva, de la textura de tu lengua, del contorno de tus labios.
Y te pienso a cada rato,
Porque el Sol es un cuerpo naciente después de haber sentido el calor de tus ojos,
Porque la noche y sus terrores son un simple respiro después de dormir a tu lado,
Porque soy supernova después de haber probado tu cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario