5.2.14

Yo qué sé del mundo,
si he estado encerrado toda mi vida aquí,
si no conozco más que una ínfima parte de su gente,
si prácticamente no he comido nada,
si todos los amaneceres y atardeceres que he visto
son pocos comparados con los que ha visto la Tierra,
yo qué sé del mundo,
si sólo hablo dos de sus lenguas,
si conozco nada más dos de sus mares,
y si jamás he charlado con una ballena,
pero yo sé más que nadie del mundo,
porque me han flechado,
porque sus ojos tan profundos y su rostro tan perfecto
me cruzan la mente cuando despierto,
porque mi corazón palpita menos como una función corporal
y más como el ritmo de la vida,
porque mis brazos han arropado su cuerpo,
porque tengo a quien escribirle estas líneas.

No hay comentarios: